Una huelga general este lunes y una marcha gigantesca el martes han sido convocadas por el movimiento contra el régimen egipcio, cuando se cumple una semana de manifestaciones en ese país árabe para exigir la renuncia del presidente proestadounidense Hosni Mubarak.

La convocatoria de una huelga general se produjo el domingo por la noche por parte de trabajadores de la ciudad de Suez, que junto a El Cairo y Alejandría concentran los disturbios.
Los manifestantes, entre los que hay gran presencia de islamistas -bien considerados en este país al igual que en Palestina y Líbano-, han burlado de nuevo el toque de queda y aguardan en tensa calma la protesta de mañana.
Grupos de manifestantes han llenado esta mañana la emblemática plaza de Tahrir, epicentro de la revuelta en El Cairo, para mantener el pulso de la protesta y dar el relevo a aquellos que han pasado allí acampados la última noche.
Ayer domingo, miles de egipcios volvieron a las calles determinados a mantener las manifestaciones hasta conseguir la renuncia de Mubarak, mientras el país continúa militarizado y sumido en el caos.
Egipto continúa paralizado este lunes, con los bancos y la bolsa cerrados por segunda jornada consecutiva. Las estaciones de servicio se han quedado sin gasolina y la mayoría de los cajeros automáticos están inhabilitados.
Según el dirigente de oposición, Mohamed El Baradei, Egipto “está en el inicio de una nueva era”. Desde la plaza de Tahrir (Liberación), donde se concentró una multitudinaria manifestación anti gubernamental, El Baradei sostuvo el pasado domingo que es innegociable la determinación del pueblo egipcio a transitar hacia esa nueva era.
Más temprano, el dirigente aseguró que Egipto “se está desmoronando" e insistió en que Mubarak "debe irse para que se produzca una transición suave hacia un gobierno de unidad nacional, que fije todas las medidas para unas elecciones libres y justas”.

Durante el domingo el acorralado presidente ya se ocupó de dar una muestra de fuerza al reunirse con los mandos militares más importantes, entre ellos su nuevo vicepresidente, el poderoso jefe de inteligencia, Omar Suleimán, el ministro de Defensa, Mohamed Husein Tantawi, y el jefe del Estado Mayor Dami al Anan.
La exhibición se acompañó del sobrevuelo muy bajo de dos aviones caza sobre la plaza Tahrir, en donde se concentraban los manifestantes de la capital egipcia por sexta jornada consecutiva. El paso de los cazas se produjo poco antes de que entrara en vigor el toque de queda, a las 16.00 hora local.
Pero a pesar del nerviosismo que causó, los miles de personas que se concentraban allí siguieron coreando lemas contra Mubarak y su nuevo Gabinete: "Hosni Mubarak, Omar Suleimán, los dos sois agentes de los estadounidenses". "Mubarak, Mubarak, el avión te espera", era otro de los lemas.
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