Cerca de trescientas personas exigieron el 26 de febrero por las calles céntricas de Barcelona la absolución de Jonathan Ivorra "Jona". La marcha ha comenzado en el Arco de Triunfo y ha acabado en el Forat de la Vergonya con la lectura de un comunicado que finalizaba con la convocatoria a una concentración ante los juzgados de Barcelona el próximo martes a las doce del mediodía, fecha que está prevista el juicio.
En el acto del mediodía, Ravell ha hecho un llamamiento a la movilización para conseguir la absolución de los encausados. Además, ha denunciado que el Ayuntamiento les había asegurado que se retirarían los cargos, y que ahora se mantiene la acusación particular. Ravell también ha reivindicado la Barcelona de los barrios y vecinos ante la ciudad la ciudad escaparate.
5 de octubre de 2006
En uno de los actos de protesta que se organizó contra la especulación en el Forat de la Vergonya, el 5 de octubre de 2006, acabó con enfrentamientos entre policía y manifestantes y dos detenidos.
Una semana después de aquellos hechos, los Mossos d'Esquadra procedieron a detener a un vecino del barrio de la Sagrada Familia, Jonathan Ivorra. La detención se produjo de forma vejatoria. Le acusaron de lanzar cohetes contra la policía y le atribuyeron delitos de desórdenes públicos, daños y atentado a la autoridad. Negándole toda presunción de inocencia y pisando los derechos más básicos de una sociedad democrática, Jona fue detenido en el portal de su casa, ante su compañera por parte de cuatro policías absurdamente encapuchados que lo esposaron y lo trasladaron los calabozos de la comisaría de Les Corts, donde le interrogaron, desnudándole físicamente y agrediéndole verbalmente.
A mediados de 2008 el Ministerio Fiscal sorprendía a todo el mundo. A pesar del mal trago que se vivió en octubre de 2006, nadie (ni siquiera los abogados) podía imaginar que el Ministerio Fiscal pediría el cierre en prisión de Jonathan Ivorra. Y no sólo eso, sino que pretenden condenarlo hasta 8 años de privación de libertad ya una pena multa de más de 3000 € bajo las acusaciones finales de manifestación ilícita, desórdenes públicos y atentado a la autoridad. Todo, por haberse movilizado junto al vecindario de Ciutat Vella en contra de la especulación urbanística y en favor de una Barcelona donde quepa todo el mundo.
Una semana después de aquellos hechos, los Mossos d'Esquadra procedieron a detener a un vecino del barrio de la Sagrada Familia, Jonathan Ivorra. La detención se produjo de forma vejatoria. Le acusaron de lanzar cohetes contra la policía y le atribuyeron delitos de desórdenes públicos, daños y atentado a la autoridad. Negándole toda presunción de inocencia y pisando los derechos más básicos de una sociedad democrática, Jona fue detenido en el portal de su casa, ante su compañera por parte de cuatro policías absurdamente encapuchados que lo esposaron y lo trasladaron los calabozos de la comisaría de Les Corts, donde le interrogaron, desnudándole físicamente y agrediéndole verbalmente.
A mediados de 2008 el Ministerio Fiscal sorprendía a todo el mundo. A pesar del mal trago que se vivió en octubre de 2006, nadie (ni siquiera los abogados) podía imaginar que el Ministerio Fiscal pediría el cierre en prisión de Jonathan Ivorra. Y no sólo eso, sino que pretenden condenarlo hasta 8 años de privación de libertad ya una pena multa de más de 3000 € bajo las acusaciones finales de manifestación ilícita, desórdenes públicos y atentado a la autoridad. Todo, por haberse movilizado junto al vecindario de Ciutat Vella en contra de la especulación urbanística y en favor de una Barcelona donde quepa todo el mundo.
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